jueves, 27 de junio de 2013

Lo que los veganos oímos


Hay días en los que siento que no importa el esfuerzo que haga por comunicar lo que pienso, me encuentro con una pared de ladrillos en lugar de un receptor.
Que hay algo que falla en mi codificación o en su descodificación. Me pasa tanto en persona como por escrito. Y la verdad, puede llegar a ser muy frustrante.

También, hay otras veces que estoy tan acostumbrada a la ironía con la que me hablan algunos, que cuando viene alguien con una pregunta legítima, pero quizás mal formulada, cae en la misma bolsa generalizadora de carnívoros obtusos.

Me pasó el otro día que me postearon en mi facebook el famoso artículo de que las plantas tienen sentimientos.
Muchas veces otras personas me postean cosas peores, de asados o demás cosas especistas, en "chiste". Y nunca reacciono.
Pero era uno de esos días y fue la gota que rebalsó el vaso.

Me enojé bastante y discutí. Pero tuve la suerte que mi interlocutor no era, como yo ya lo había etiquetado, "otro obtuso carnívoro más". Es una persona que ama el debate y a pesar de que no tuvo razón en sus argumentos, me hizo ver algunas faltas mías y logré sacar provecho de la situación.

¿A qué voy con todo esto? No podemos pretender ser inmunes a todas las tonterías que hay que escuchar, después de todo, nos corre sangre en las venas. Pero es muy positivo escucharlas a todas y siempre preguntar de manera inteligente a las personas por qué creen que tal o cual cosa es así. Y tratar de que el enojo no nos cierre.
Porque ese día, a mí no me convencieron de que abandonara el veganismo ni de que las plantas sentían, pero me aportaron un consejo importantísimo acerca de cómo yo podía transmitir la información que ya tenía.

Les dejo un dibujo mío, de otro blog que abrí y que decidí fusionar con este.

Un abrazo,
Paula.


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